Muere calcinado

Nuevo Laredo, Tam.A sus 65 años, Demesio Yáñez Sánchez se enfocaba en cuidar los animales y el rancho en que trabajaba desde hace tiempo. Por las noches, como era su “costumbre”, tomaba aguardiente y después dormía. El lunes por la noche, fue diferente. El frío le calaba hasta los huesos y lo orilló a prender una fogata dentro de la casa que habitaba, pero debido a su borrachera, cayó a las brasas y murió calcinado.