Ni siquiera Javier Aguirre es capaz de apagar el fuego que consume al Leganés en LaLiga.
“El Vasco” es un bombero probado en España. Ya salvó del descenso al Osasuna, Espanyol y Zaragoza, pero la situación crítica del conjunto pepinero invita a que Aguirre pronto se unirá a una lista negra de mexicanos que perdieron la categoría en el futbol europeo desde que el propio estratega inició su andar en el Viejo Continente, en la campaña 2002-2003.
Andrés Guardado, Pablo Barrera, Giovani Dos Santos, Guillermo Ochoa (en dos ocasiones), Alan Pulido, Antonio Briseño y Raúl Gudiño ya saben lo que es descender en el balompié de Europa.
La lista es extensa y podría aumentar si Aguirre no consigue un auténtico milagro con el Leganés, que el pasado martes cayó 3-0 ante Sevilla por la Jornada 32 de LaLiga, resultado que lo hundió aún más, a cinco fechas de que concluya el campeonato.
El Leganés tiene 25 puntos, es penúltimo de la clasificación y en su calendario le restan rivales como Real Madrid, Valencia, Athletic de Bilbao, Espanyol y Eibar, los dos últimos adversarios directos en esa lucha. Por ahora necesita 9 puntos para salir de la zona roja.
El problema es que el Leganés suma 4 derrotas y 2 triunfos desde que se reanudó LaLiga. Por el ángulo que se vea, Aguirre está prácticamente condenado.
Por esas mismas pasaron Guardado, “Gio” y Ochoa en España. “El Principito” perdió la categoría con el Deportivo La Coruña en la temporada 2010-11, y Ochoa hizo lo propio defendiendo al Granada en la 2016-17. Giovani bajó con el Mallorca en la 2012-13.
Antes de su caída en España, Ochoa también sufrió del mismo mal en Francia, cuando defendió al Ajaccio en la campaña 2013-14.
En Portugal perdieron la categoría Antonio Briseño con el Feirense (2018-19) y Raúl Gudiño (2016-17), quien defendió al Unión de Madeira.
Pulido sufrió de lo mismo con el Levadiakos (2014-15) en Grecia y Pablo Barrera bajó con el West Ham (2010-11).
La lista es extensa y ya espera por aguirre, quien justamente llegó al Lega para apagar el fuego, uno que ahora es incontrolable.