Con fogatas y ropa proveniente de donativos, miles de migrantes en Reynosa que buscan cruzar a Estados Unidos, enfrentan el frente frío número 9 que ha provocado sensaciones térmicas de hasta siete grados en las últimas horas, además de las lluvias.
En las calles de las colonias Aquiles Serdán, Ramos, Ejido Longoria y alrededores al río Bravo, se observan a las familias pidiendo apoyo.
Afuera del refugio Senda de Vida alzan la voz en búsqueda de que las autoridades gestionen un lugar dónde dormir. “No tenemos un techo ni pared; los que estamos aquí afuera tenemos que buscar donde sea para acomodarnos; afortunadamente hubo personas que nos dieron cobijas y chamarras, pero en la noche todo duele, los que están sufriendo más son los niños“, expresó Mari, migrante guatemalteca.
De acuerdo a cifras oficiales hay más de siete mil personas migrantes en condición de calle, lo que se evidencia con decenas de casas de campaña, reforzadas con cartones, plásticos y lonas.
Las corrientes de aire frío golpean con fuerza también a los que están en casas abandonadas o explanadas de dependencias; ahí los migrantes hacen fogatas para soportar las bajas temperaturas. “Llegamos a Reynosa hace aproximadamente tres semanas, y no hemos podido alcanzar un lugar en los albergues. Todos los días vamos a preguntar, pero la respuesta es la misma: debemos esperar; aquí con el fuego intentamos calentarnos, sobre todo las manos, que están entumidas”, expresaron.
De acuerdo al pronostico meteorológico, las bajas temperaturas se prolongarán, incluso, el fin de semana.
Esto, a su vez, ha motivado a las asociaciones civiles a llevarles ropa, bufandas, suéteres, chamarras y alimentos calientes. “Estamos agradecidos con la gente de Reynosa porque nos ha recibido y han sido solidarios con nosotros; nosotros tuvimos la necesidad de salir de nuestros hogares porque no hay oportunidades de empleo, además hay quienes llegan desplazados por temas de crimen”, insistieron los migrantes.