El “racionamiento” o baja presión en el suministro de agua, iniciado desde el martes, terminó en “corte” general del abasto de agua en la totalidad de las colonias de la ciudad. Aún más la crisis de escasez del vital líquido se ha agudizado ante el paso de una atípica ola cálida con temperaturas —solo registradas en verano— de hasta 39 grados centígrados.
La falta de agua en los hogares y comercios, así como la ola calor que registra la ciudad desde el inicio de la presente semana, ha incrementado el consumo y almacenamiento de agua embotellada.
Ello ha significado un gasto extra que la mayoría de los ciudadanos no tenía previsto realizar, pues al suspenderse el suministro de agua, que inicialmente fue bajo una presunta “baja de presión”, han afectado las actividades cotidianas de los reynosenses.
Sin agua en sus viviendas para mitigar los efectos del calor, se tiene que comprar agua embotellada (garrafón) para atender las necesidades.
Alicia García, ama de casa refirió que compra tres garrafones de agua de 19 litros cada uno, con costo de 40 pesos.