‘Revientan’ la frontera: Desbordan migrantes albergues en espera de asilo

Los refugios, hasta ayer, continuaban llenos, por lo que las cabañas seguían instalándose, algunas, alrededor de esos lugares

El Mañana / Staff.- Centenares de familias haitianas formaron ayer domingo una larga fila a las puertas del albergue Senda de Vida I para solicitar ser inscritos como solicitantes de asilo político en Estados Unidos; en tanto que otros migrantes más instalan tiendas de campaña en pleno monte, cerca del río Bravo, pese al peligro de arañas y víboras.

Hombres, mujeres y niños fueron vistos a la entrada del refugio sufriendo las inclemencias del tiempo sin protección alguna y en espera de ser atendidos por quienes están al frente de la institución que opera en Reynosa.

Ayer mismo fueron vistas llegar más personas, sobre todo provenientes de Haití, para sumarse a los miles de ellos que, al igual que hondureños, salvadoreños y de otros países centroamericanos y hasta mexicanos, están en espera de que les den ‘luz verde’ para cruzar al vecino país del norte para permanecer allá mientras inicia el proceso de asilo político.

Los centros de hospedaje destinados a los migrantes hasta ayer continuaban llenos, por lo que las cabañas seguían instalándose, algunas, alrededor de esos lugares; en tanto que otros más tomaron la decisión de colocarse en áreas enmontadas, pese al peligro que representan alimañas existentes en esos lugares.

 

TAMBIÉN DE GUERRERO

Entre quienes han llegado para tratar de obtener el asilo político se encuentra una familia formada por una señora y dos hijos: un varón y una jovencita que provienen del estado de Guerrero, y señalan que decidieron venir a esta fronteriza ciudad porque allá donde viven no hay trabajo suficiente y que en muchos de los casos es mal pagado.

  • Llegaron hace poco más de un mes y recargados en la barda del albergue Senda de Vida II, esperaban les permitieran entrar para permanecer ahí mientras les toca el turno para irse al lado americano.

 


En pleno monte instalan sus chozas cientos de migrantes, pese al peligro de arañas y víboras.