Bastaron apenas unos minutos de lluvia intensa para que la ciudad entrara en colapso, luego de que varias de las principales avenidas quedaran completamente inundadas, dificultando el tránsito vehicular y provocando averías en numerosos automóviles.
La acumulación repentina de agua dejó a decenas de conductores atrapados en prolongados embotellamientos que se extendieron por las avenidas más concurridas de la ciudad de Reynosa.
Las aguas negras rápidamente empezaron a mezclarse con encharcamientos de las lluvias, atrapando a un vehículo que fue arrastrado por la corriente.