Vendedores ambulantes y franeleros que por monedas dan acceso a automovilistas, son el diario vivir en el puente internacional Reynosa-Hidalgo.
Las autoridades federales mantienen vigilancia dentro del puente, pero afuera los vendedores aprovechan.
Desde elotes, fritos, aguas frescas, cigarros y más, se puede encontrar.
Los ambulantes se han colocado en el acceso que va rumbo al puente internacional.
Los franeleros piden monedas para poder dejar pasar a los autos por el camellón.
En la zona de afuera del puente nadie los molesta, por lo que se han aglutinado en el lugar.