El árbol navideño simboliza fertilidad

El cristianismo adoptó y transformó costumbres ´paganas´ ante la imposibilidad de erradicarlas

El árbol de Navidad es un símbolo de fertilidad, una tradición que se originó en Alemania y se asocia con la fe cristiana, llegando a México alrededor del siglo XIX y convirtiéndose en una gran tendencia decorativa.

A pesar de que el árbol de Navidad no existe como tal, es una costumbre ancestral cortar un árbol para adornarlo o, como hacían los babilonios, para dejar regalos debajo del mismo. 

Tertuliano, escritor que vivió entre los siglos II y III d.C., criticaba los cultos romanos "paganos" de colgar laureles en las puertas de las casas y encender luminarias durante los festivales de invierno.

De hecho los romanos adornaban las calles durante las Saturnales, pero fueron sobre todo los celtas quienes decoraron los robles con frutas y velas durante los Solsticios de Invierno.

Era una forma de "reanimar" el árbol y asegurar el regreso del Sol y de la vegetación. Y es que desde tiempos inmemoriales, el árbol ha sido un símbolo de la fertilidad y de regeneración.

TRANSFORMACIÓN

El cristianismo adoptó y transformó las "tradiciones paganas" ante la imposibilidad de erradicarlas.

Un misionero llamado Bonifacio taló un árbol ante la mirada atónita de los lugareños y, tras leer el Evangelio, les ofreció un abeto, un árbol de paz que "representa la vida eterna, porque sus hojas siempre están verdes" y porque su copa "señala al cielo".

A partir de entonces se empezaron a talar abetos durante la Navidad, y por algún extraño motivo se colgaron de los techos. Martín Lutero puso unas velas sobre las ramas de un árbol de Navidad porque, según dijo, centelleaban como las estrellas en la noche invernal.

Esta costumbre se fue generalizando y actualmente dos ciudades bálticas se diputan el mérito de haber erigido por primera vez un árbol de Navidad en un plaza pública: Tallin (Estonia) en 1441 y Riga (Letonia) en 1510.

Es por eso que hoy en día es común en esta época el árbol de Navidad en todos los hogares, plazas públicas y negocios, ya que es un símbolo que representa la Navidad.

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