Una enorme grieta en la calle Moya, una de las arterias que conduce al ejido Las Calabazas, fue provocada por los deslaves causados al bordo del río Bravo a raíz de las crecidas que ha venido registrando el afluente en los años recientes.
El suceso obliga a los automovilistas a tomar otras arterias como el Camino Principal, para llegar a sus domicilios o salir de ellos con rumbo a sus fuentes de trabajo.
Pese a que el problema ya tiene fácilmente más de un año, este no ha sido atendido por las autoridades municipales pese a que aseguran algunos residentes del lugar que han hecho llamados sin obtener respuesta alguna.
¿Cómo ocurrió el hundimiento en la calle Moya?El hundimiento que se observa en la calle, no permite el paso de vehículos por el gran peligro que esto representa para los conductores, pero hay personas que a pie caminan por ahí pese al riesgo de caer a las turbulentas aguas del Bravo.
Impacto en la comunidad por el hundimientoA un costado de la calle en cuestión, funcionaba hasta hace un par de años un jardín de niños cuyo nombre era Doroteo Arango, el cual fue cerrado precisamente por el peligro que representaba para los educandos y docentes, el trabajar a unos pasos del sitio donde apareció el hundimiento y grieta.