Entre 150 y 200 pequeños comercios de Reynosa han cerrado sus puertas en lo que va de enero a octubre de 2025 debido a la creciente carga fiscal y a los numerosos requisitos administrativos que deben cumplir para mantenerse operando. Así lo dio a conocer Gildardo López Hinojosa, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO) de esta ciudad.
De acuerdo con el dirigente empresarial, la suma de impuestos municipales, estatales y federales, junto con los gastos que representan las cuotas al IMSS y al Infonavit, han vuelto insostenible la operación de muchos negocios familiares y microempresas. “La situación se ha tornado crítica. Los pequeños comerciantes simplemente ya no pueden absorber todas estas cargas. Esa es la razón principal por la que muchos han bajado sus cortinas”, explicó.
A la carga fiscal se añaden trámites y requisitos que, según la CANACO, resultan excesivos y complicados para microempresarios que apenas generan ingresos suficientes para sostener a sus familias. López Hinojosa hizo un llamado urgente a los gobiernos en sus tres niveles para revisar los procesos y ofrecer incentivos o reducciones que permitan sostener la actividad económica local.
Migración al comercio informalEl líder de la CANACO advirtió que el cierre de negocios establecidos está alimentando directamente el crecimiento del comercio informal en Reynosa. Algunos dueños que se vieron obligados a cerrar, ahora operan en la vía pública o desde sus hogares, donde solo pagan un permiso municipal y se liberan de gastos mayores como renta, luz, teléfono, agua, impuestos y pago de nómina.
“Es preocupante, porque se pierde formalidad, se pierden empleos y también ingresos para el municipio y el Estado. Si no se actúa pronto, el fenómeno seguirá creciendo”, dijo.
Impacto en la economía localEl cierre de estos establecimientos no solo afecta a los propietarios, sino que también repercute en trabajadores que pierden su fuente de empleo, así como en proveedores y servicios que dependen de la actividad comercial. La CANACO advirtió que, de no haber ajustes en la política fiscal y en la simplificación administrativa, el número de negocios cerrados podría aumentar en los próximos meses.
López Hinojosa reiteró el llamado para establecer mesas de diálogo con las autoridades y buscar soluciones que permitan frenar la tendencia. “El comerciante quiere cumplir, quiere trabajar y quiere mantenerse en regla, pero necesita condiciones viables para hacerlo”, concluyó.
OBLIGADOSAnte la insostenible situación por la que atravesaban, varios dueños de negocios que decidieron cerrar sus puertas, ahora han ido a parar al comercio informal, donde para optar únicamente pagan un permiso municipal y así ya no seguirán pagando renta, luz, teléfono, agua, impuestos y trabajadores.