Celebran Día del Agua, y no hay

Reynosa puede ser ilustrativo de una ineficiente estrategia de cuidado y distribución, con fugas y colapsos de redes

El Mañana / Staff.- Este 22 de marzo se conmemora el Día Internacional del Agua, y Reynosa puede ser ilustrativo de cómo una ineficiente estrategia de cuidado, saneamiento y distribución del vital líquido puede representar que en corto plazo la escasez no sólo sea una realidad, también recompondrá a la ciudad misma con tandeos y “cortes” de días.

ALERTAS DESESTIMADAS

De hecho, los reynosenses se asoman ya a ese potencial escenario, en donde las alertas han sido desestimadas y cada día se pierde una cantidad incuantificable de agua, desde fugas, colapso de la red y, de paso, el derroche de los usuarios.

Según un censo del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), Tamaulipas comparte con Tabasco la tercera posición de presencia de plantas tratadoras de agua por entidad, apenas por debajo de la Ciudad de México y Sinaloa.

  • Esa capacidad de tratar y reciclar el agua utilizada no ha sido garantía para dar certeza de que el mineral prevalezca, por el contrario, deficiencias técnicas y fallas han sido la causa principal de un desequilibrado proceso de distribución, que adolece de capacidad y solvencia.

En Reynosa. La Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa), al menos un 40% a 50% del agua que se distribuye se pierde en fugas y “caídos” o derroche innecesario.

La contaminación es aun igual de preocupante: toneladas de grasas, aceites y otros desechos terminan en la red de drenaje sanitario; mantenerlos libres y sanear esa agua afectada es un elevado costo económico. Al menos, por semana, millones de pesos se gastan en sustitución de máquinas de bombeo a causa de estas contingencias prevenibles.

Alfonso Gómez Monroy, gerente de Comapa en Reynosa, advierte que el agua que se consume en Reynosa es sometida a un agresivo proceso de contaminación, se vierte basura y desechos industriales en las fuentes hídricas, como son Canales Rodhe y Anzaldúas.

Incluso, insinuó presuntos sabotajes de tipo político en contra de la ciudad, pero que son los ciudadanos los que llevan la peor parte.


Elevados para agua. No almacenan nada y siguen sin mantenimiento ni uso.