El día más caliente que ha tenido Reynosa en lo que va del año fue difícil de enfrentar para los más de tres migrantes que se refugian en la Plaza de la República, al no tener un techo, su única opción de un lugar fresco fue la sombra de los árboles e improvisados techos de cartón, ya que sus dormitorios (casas de campaña) resultaron más sofocantes que el exterior.
De acuerdo al reporte climatológico, el pasado miércoles se alcanzaron sensaciones térmicas superiores a los 42 grados centígrados, con vientos secos y sensación de humedad, que provocó malestares entre los migrantes. “El calor era insoportable dentro de las casas de campaña, se sentía como un horno, no tenemos acceso a electricidad, la comida tenemos que conservarla el hieleras, el hielo nos lo traen también como donativo, pero hay cosas que no aguantan, que son muy sensibles y deben consumirse rápido”, señalaron.
La sombra de los pocos árboles del lugar se procuró para los menores, ya que actualmente conforman el 35 por ciento de los refugiados.
Para refrescarse, algunos recibieron botellas de agua o con recurso propio compraron bebidas con hielo.
Mientras que asociaciones civiles dedicadas al cuidado y protección de la salud, atienden a los que necesitan.
Ana, es una migrante de El Salvador que hace tres meses llegó a Reynosa junto con su hija embarazada, en la espera de una respuesta positiva de asilo en Estados Unidos, ayer tenía al menos tres botellas de agua, resguardadas en la sombra. “En mi país no hace tanto calor, así que para nosotros era primera vez que sentimos algo así, estaba más caliente adentro de las casas de campaña que afuera, buscamos la sombra en toda la plaza, pero aún así no nos quejamos, estamos aquí con un objetivo de llegar a Estados Unidos y vamos a soportar hasta que tengamos una respuesta positiva”.
Reynosa se caracteriza por tener un contraste en temas climáticos, calor por encima de los 40 grados y frío, algunas veces acompañados de heladas con sensaciones menores a los cero grados.
A la intemperie los migrantes de este lugar han enfrentado ambos panoramas.
Las casas de campaña cubiertas con plásticos eran más calientes que el exterior.