Impacta conflicto laboral a videovigilancia y al 911

Colapsan solicitudes de ayuda a los servicios que prestan en el Centro de Vigilancia

El Mañana / Staff.- El conflicto laboral detonado en el Centro de Vigilancia y Comando C5 de Reynosa está impactando ya la correcta operación del sistema de videovigilancia y control de situaciones de emergencia y atención a través de la línea 9-1-1.

OPERATIVO

El parte informativo operativo que ofrecen a EL MAÑANA empleados a cargo de esta área, esencial en las tareas de prevención del delito y atención ante emergencias en la región, es preocupante y alarmante, por no decir lo menos.

Los directivos ejercen una presión estresante hacia los operadores, asignando a un promedio de cuatro a tres personas  atender a alrededor de 80 cámaras de vigilancia por turno, lo cual es literalmente imposible.

“Atendemos un promedio de mil 600 llamadas por hora a través del 9-1-1 en la región, que comprende de Nuevo Laredo a Matamoros; las líneas telefónicas se saturan y por eso en muchos casos los ciudadanos asumen que negamos la atención y servicio, pero la realidad es que no hay cómo darnos abasto”, refiere Arturo Ramírez.

{"quote":"“Atendemos un promedio de mil 600 llamadas por hora a través del 9-1-1 en la región, que comprende de Nuevo Laredo a Matamoros; las líneas telefónicas se saturan y por eso en muchos casos los ciudadanos asumen que negamos la atención y servicio, pero la realidad es que no hay cómo darnos abasto”, refiere Arturo Ramírez."}, .

Explica que los fines de semana es mucho más complicado, incluso, atienden cientos de llamadas al día de migrantes que solicitan información y orientación.

“Estamos atendiendo a migrantes también, cuando no es nuestra función; las líneas del 9-1-1 se saturan y colapsan, es mucha la carga de trabajo y muy poco personal activo”, dijo.

  • No se contrata personal, pues los filtros de selección y capacitación son muy estrictos; el c3 rechaza hasta un 100% de las solicitudes de ingreso y aquellos que logran pasar se enfrentan a jornadas laborales extenuantes y por un sueldo apenas de 3 mil 300 pesos, en donde no hay prestaciones ni beneficios de ninguna clase.

La video vigilancia se ve comprometida, la seguridad de los ciudadanos se vulnera, pues situaciones de riesgo o de inseguridad no se atienden o canalizan en tiempo real.

“Nosotros en el 9-1-1 no enviamos patrullas, ambulancias o demás, canalizamos las llamadas hacia las instancias que corresponde el tiempo de reacción y respuesta depende de ellos, nosotros solo intervenimos directamente auxiliando a la población en situaciones de emergencia médica o cuando una persona está en peligro inminente de muerte y urge de ser auxiliada al instante, desde la línea telefónica dirigimos los primeros auxilios y atención para procurar su vida”, asentó.