A tope, el nuevo albergue

En el recinto se les da alimento, hospedaje y atención integral durante toda estancia mientras esperan asilo en EU


Lamentablemente el lugar se quedó sin cupo desde ayer, nosotros somos un hogar de cristianos para familias de madres y padres con hijos pequeños”. Paulina, Albergue Kaleo internacional, .

A unos cuantos días de que se haya inaugurado el albergue para migrantes “Kaleo internacional”, en los alrededores del ejido Las Calabazas de Reynosa, el recinto se ha declarado sin cupo, al contabilizar por lo menos a 120 personas, la mayoría mujeres embarazadas, madres solteras y que viajan solas con hijos pequeños.

En el lugar, se les da alimento, hospedaje y atención integral durante toda estancia, en la frontera de Tamaulipas esperan que Estados Unidos analice su solicitud de asilo.

Paulina, parte de la iglesia cristiana que lo administra, reconoció ayer la necesidad de recibir a más familias, quienes por falta de infraestructura deben esperar a que se liberen lugares. “Lamentablemente el lugar se quedó sin cupo desde ayer, nosotros somos un hogar de cristianos para familias de madres y padres con hijos pequeños, hemos estado recibiendo a los migrantes pero la necesidad nos ha superado, sabemos que la necesidad es grande, pero solo pudimos recibir a 120 personas”.

Como parte de una alternativa para abrir espacios, el refugio “Kaleo internacional” solicita donativos de literas, con lo que se podría duplicar su capacidad de atención.

Además de ropa, alimentos, artículos de higiene personal, femenina y pañales para niños. “Agradeceremos mucho los donativos que puedan hacer, les pedimos que nos contacten a través de las redes sociales o también pueden venir directamente al refugio a traerlos, con las literas podríamos duplicar los espacios, recibir a más personas sin duda es una prioridad para nosotros”.

HAITIANOS ESPERAN

Ayer, poco después del medio día, migrantes haitianos esperaban afuera del albergue, ubicado en el camino al Rancho Las Calabazas, una respuesta positiva para su ingreso.

Pero dos carteles, uno de ellos escrito en haitiano criollo y en otro en español, donde se destaca la frase: “No hay lugar”.

“Estamos totalmente desesperados por conseguir un espacio para dormir, yo llegué embarazada, con mi esposo y mi hijo pequeño, estamos durmiendo en el piso, él además tiene asma, vinimos a preguntar por un lugar, pero la respuesta que nos dan es que está lleno”, refirió Merlande, una de las migrantes que no alcanzó cupo.

Como ella, hubo varias decenas de migrantes más esperando una respuesta positiva.