‘La venganza de Alonso’

Los eventos de la narración quedan en manos del colectivo imaginario

Cronista Municipal de Reynosa

Primera de dos partes

Por sí solos, los versos de este corrido son casi históricos. Los protagonistas, Alonso y Margarito, no llevan sus apellidos; el lugar de los hechos es atemporal, nos indica que el escenario pudiera ser cualquier lugar cerca de la frontera entre México y Texas, donde el primer personaje cobra la venganza matando al segundo protagonista. 

Los eventos de la narración quedan en manos del colectivo imaginario, la composición retraída nos aleja de los hechos reales, quedando casi como una leyenda. Es a través de una acuciosa investigación de los pequeños fragmentos escritos, que sobreviven en publicaciones y en documentos en archivos históricos, que podemos conocer sobre las noticias narradas en este corrido. 

El folclorista Américo Paredes, quien recolectó la música y los versos del corrido, dejó algunos datos en su obra sobre Alonso y su estadía en las inmediaciones de Brownsville. Nuestro colega Prof. José Guadalupe Hinojosa Cantú, cronista municipal de General Bravo, Nuevo León, publicó otra versión del corrido y rescató pláticas (historia oral) sobre el asesinato de Margarito, en su obra “Doctor Coss, ensayo histórico.” Los hechos históricos pueden ser corroborados en los libros de defunciones en el Registro Civil de Dr. Coss, Nuevo León.

Otra fuente importante para conocer las vicisitudes en este corrido proviene de la historia oral de la familia de Alonso trasmitida por nuestro estimado amigo Jorge Alberto Pérez Flores, nieto de dicho personaje.

Confusión

El primer verso del corrido da a entender que Alonso se había tenido que desterrarse de México con su madre a un lugar no especificado en Texas, debido al asesinato de su padre. Esto hace pensar, que Alonso era tan solo un adolescente, que tiempo después ya más grande regresaría a vengarse del asesino de su padre.

Alonso se va pa´ Texas

en compañía de su madre,

y a los quince años volvió 

(luego regresó a su patria)

para vengar a su padre.”

Esto confundió al investigador Américo Paredes, quien dice que había mucha gente en Brownsville que todavía recordaban a Alonso Flores cuando escribió su obra “Texas-Mexican Cancionero.” Cuenta, que, entrando en su adolescencia, Alonso había llegado con su madre y un hermano menor a esa ciudad; eran los primeros años de la revolución mexicana. 

De lo que decía la gente, Paredes narra que el padre de Alonso era la autoridad en un pueblo al norte de Nuevo León, cuando el personaje conocido solo como Margarito llegó pidiéndole negociar para tomar el pueblo, asesinándolo a traición. La madre tomó los dos hijos huyendo hacia Texas, mientras que Margarito y sus hombres tomaron el poblado. 

Según Paredes, después de cinco o seis años (y no 15 como dice el corrido), Alonso cruzó el río para matar al asesino de su padre. Pero el imaginario social había desviado a Paredes de los hechos históricos.

Personajes, lugar y fechas

La veracidad histórica del evento en el corrido toma forma cuando conocemos los nombres completos de los protagonistas: Alonso Flores Hinojosa y Margarito Ortiz Reyes. El escenario en donde se desarrolla los hechos es en el pequeño poblado conocido como Doctor Coss, Nuevo León. Este lugar se encuentra en la ribera oriental del río San Juan, al norte de General Bravo, Nuevo León, en las inmediaciones del cruce del río conocido como el Paso del Zacate.

El cronista de General Bravo, José Guadalupe Hinojosa Cantú, menciona que fue un 8 de febrero de 1922 cuando los revolucionarios Margarito Ortiz y Cleofas Cantú aparecen en el rancho La Palma, actualmente varios kilómetros al oriente de Dr. Coss. Ahí sacaron de su casa a Santos Hinojosa para golpearlo, dejándolo herido. En la noche del día siguiente, 9 de febrero, llegaron estos dos personajes a la cantina de Benigno Flores en el poblado de Dr. Coss.

De ese lugar sacaron a empujones al Secretario del Ayuntamiento, Casimiro B. Bustamante Ríos, y a Apolinar Flores Flores. Fueron llevados a orillas del arroyo del Zacate, que circunda la villa por el lado norte y oriente, donde fueron fusilados y después colgados. Apolinar era el padre de Alonso, el principal protagonista de este corrido. 

A las nueve y a las diez de la mañana del día 10 de febrero de 1922, el Juez del Registro Civil, Epigmenio Salinas, a petición del Alcalde 2º de Dr. Coss, Anastasio Alcázar, pasó primero a la casa de Apolinar y después a la de Casimiro donde se encontraban sus cadáveres. Declaró que estos habían fallecido “en el campo a consecuencia de varias heridas causadas al parecer por armas de fuego,” de los bandoleros Margarito Ortiz y Cleofas Cantú como a las 11:30 de la noche anterior. Apolinar tenía 47 y Casimiro 59 años edad, estaban casados con Martha Hinojosa Ríos y Guadalupe Hinojosa Alanís respectivamente. Las dos viudas eran primas hermanas por el lado paterno.

Martha, la esposa de Aapolinar, se refugió en Texas en casas de sus familiares de apellido Hinojosa, aparentemente en diferentes lugares del Valle de Texas; se menciona Brownsville y McAllen. Paredes hace referencia al hermano menor en Brownsville, que sabemos por el trabajo genealógico preparado por José Guadalupe Hinojosa Cantú, que se llamaba José Abel. Sus hermanas Aurelia, Aurora y Adela seguramente los hayan acompañado en esa odisea.

Casi un año y medio después de la muerte de su padre y tío, no quince, seis o cinco años después como lo plantea Paredes en su obra, se presentó Alonso Flores Hinojosa en Doctor Coss, Nuevo León. De acuerdo con el cronista de General Bravo, eran los primeros días del mes de junio del año 1923, cuando llegó al pueblo, dirigiéndose a la casa de su tío don Román Mario Hinojosa. Cuando este le preguntó que andaba haciendo en el poblado, Alonso le contestó que venía a matar al General Margarito Ortiz Reyes, quien había asesinado a su padre.

Alonso vino de Texas de pistola y carrillera: -A mí me habías de matar, (ahora si se compondrán) pelado de tierra afuera. –”

El cronista Guadalupe Hinojosa Cantú, quien entrevistó al tío carnal de Alonso, Román Mario Hinojosa y a Lorenzo Hinojosa, primo carnal de la mamá de Alonso, narra que el abuelo lo corrió, diciéndole que no tenía idea a quien se iba enfrentar. Alonso le contestó que Margarito era un bandido y un cuatrero que asolaba la región. Se retiró y se escondió en los barrancos del río San Juan, esperando que se presentara Margarito en la cantina de Santiago. 

“El general Margarito a Alonso mandó llamar a la cantina de Santiago para allí conferenciar.”

Eran las 10 de la mañana del día 11 de junio de 1923, Margarito estaba acostado en el billar leyendo un periódico, cuando se abre las dos puertas de la cantina y Alonso desenfunda su pistola calibre .44, pegándole certero balazo. Cuenta el cronista que Margarito se levantó herido como una fiera, disparando sus dos pistolas calibre .38 de repetición, dando los balazos en el marco de la puerta. Alonso dispara y vuelve hacer blanco, cayendo Margarito herido de muerte. Alonso le dio el tiro de gracia, para después retirarse hacia McAllen, Texas. 

“-Señor alcalde mayor,

le manda decir Chaguito que Alonso mató  al general Margarito. -” “Luego que ya lo mató le puso un pie sobre el pecho: -Así se matan los hombres, hablándoles por derecho. ”

Eran las 11 de esa mañana de junio, cuando se presentó el Juez 2º de lo judicial ante el Juez del Registro Civil, Víctor Ríos, para que pasara a la casa de Félix Cantú en donde se encontraba el cadáver de Margarito Ortiz Reyes; declarando que había sido muerto a balazos a las 10 de la mañana, desafortunadamente no se incluyó la fecha en el acta. Apuntó en el libro de defunciones, que este tenía 27 años de edad y era originario de la capital de Chihuahua; fue sepultado en fosa común en un ataúd.