La maleza se apodera de las escasas áreas verdes, crece entre los pasillos y bancas, dificultando el descaso de los visitantes y por las noches es imposible caminar ante las hordas de zancudos que asolan a los paseantes aventurados.
No hay alumbrado público, las bancas se encuentran en condiciones deplorables, pero lo más evidente es el abandono y ausencia de cuidado y conservación.
EL MAÑANA pudo constatar que este espacio de recreación y descanso familiar luce en condición de evidente abandono, por lo que urge la intervención de las autoridades correspondientes.
La plaza de la Unidad Obrera se encuentra contigua a lo que fuera el comedor comunitario que también desde hace tiempo dejó de funcionar.
| La maleza crece por doquier, “devorando” a su paso pasillos y áreas verdes.