Una jueza federal anuló partes de una ley de inmigración de Florida que era una prioridad para el gobernador republicano del estado, y señaló en su fallo que la medida estaba motivada racialmente.
La jueza Beth Bloom rechazó unas secciones de la ley que prohíben las políticas de santuario de los gobiernos locales y exigen que las autoridades locales hagan todo lo posible para colaborar con los agentes federales de inmigración.