Ciudad de México.
Grandes empresas están promoviendo amparos para impugnar el “electrolinazo”, el aumento de entre 407 y 775 por ciento en las tarifas de transmisión que plantas privadas tienen que pagar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Las inconformes son corporaciones que no tienen sus operaciones primarias en el sector energético, como Grupo Bimbo y todas sus filiales, Mondelez, Peñoles, Sanborns, BioPappel Scribe, Nissan, Manantiales Peñafiel y Suburbia, entre otras, que son clientas de generadoras privadas, o tienen plantas propias.
Los amparos, promovidos desde finales de agosto, cuestionan la resolución 893/2020 de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) que el 10 de junio autorizó a la CFE aumentar tarifas a productores privados de energías renovables o cogeneración, que tenía contratos previos a la reforma de 2014.
Las empresas privadas que producen energía impugnaron de inmediato esta resolución y han obtenido más de 50 suspensiones para seguir pagando las tarifas anteriores, siempre y cuando garanticen a CFE, mediante fianza, la diferencia con la nueva tarifa.
Los amparos más recientes son de empresas asociadas a los permisos de estas generadoras, que usualmente cobran tarifas industriales menores que las de CFE, o de firmas que invirtieron en sus propias plantas.
Sanborns, por ejemplo, obtuvo una suspensión definitiva para seguir pagando las tarifas previas de transmisión a CFE, a cargo de seis filiales, que en 2014 iniciaron la operación de cinco mini centrales eléctricas que abastecen las tiendas de esa cadena comercial y algunas de Sears.