Familiares de un chiapaneco cuyo cuero flotó hace un mes en las aguas del río Bravo, confirmaron que éste venía con intenciones de cruzar hacia Estados Unidos de manera ilegal.
Soñaba con encontrar un futuro prometedor en aquel país y como muchos se arriesgó a lanzarse a las aguas del Bravo, pero murió soñando.
Jesús Ocañas, de entre 25 y 30 años, flotó el día 12 de octubre y rescatistas de Protección Civil lo trajeron a la orilla del lado mexicano donde las autoridades ministeriales dieron fe del cuerpo e iniciaron la carpeta de investigación.