La inseguridad que se vive en la entidad provocó ya el cierre de cuatro centros de salud distribuidos en diferentes comunidades de la zona serrara del municipio de Valparaiso.
Los médicos y enfermeras abandonaron los consultorios por la violencia que se vive en la región a causa de los enfrentamientos entre integrantes de los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
En este municipio, colindante con Durango, Jalisco y Nayarit, fueron asesinados el pasado 30 junio el médico pasante, Luis Fernando Montes de Oca Armas y Octavio Romero, chofer de una ambulancia de la secretaría de salud de Jalisco, cuando regresaban de trasladar a una mujer embarazada del hospital regional del municipio jalisciense de Huejuquilla el Alto al municipio zacatecano de Fresnillo. Sus cadáveres, con impactos de bala, fueron encontrados a un costado de la ambulancia quemada.
Los cuatro centros de salud que cerraron “temporalmente”, confirmaron autoridades estatales y municipales, están ubicados en las comunidades serranas de Santa Lucía de la Sierra, Ameca el viejo, San Antonio de Padua y San Juan Capistrano. En esta última localidad ocurrió la madrugada del 25 de junio un cruento enfrentamiento entre pistoleros de los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa que dejó 43 muertos aunque el reporte oficial fue de 18.
SOLICITAN REUBICACIÓN
La dirigente estatal del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud y exdiputada local priísta, Norma Angélica Castorena Berrelleza, confirmó que son al menos cinco médicos y enfermeras, quienes atendían en estas unidades médicas, los que pidieron ser reubicados por temor a los hechos de violencia acontecidos en las últimas semanas.
“Ellos, gracias a Dios, no han recibido hasta este momento ninguna amenaza (…) No tengo reporte de que ninguno haya sido agredido, pero es la intimidación y el miedo de tener que pasar retenes, porque está muy lejano trasladarse a la sierra, se sienten expuestos”, expresó.a