Un buen día acudió al curso de entrenadores de futbol en el que había presentes 200 hombres, pero no se intimidó, su sueño era convertirse en profesional de la dirección técnica y lo logró al ser parte del grupo de siete que se graduaron.
Su siguiente paso fue pedir trabajo en Pumas como utilera y así fue como entró al club universitario en el 2006, hasta que en el 2017, con la naciente Liga MX Femenil, le llegó la oportunidad de dirigir a las Pumas.