“Ahí sí le veo un poquito de frustración, hablando de mí, porque lo comentábamos muchos, del arbitraje; si ellos nos cuidaran un poco más, antes de 3, 4 patadas, o antes de la del ‘Chucky’”, explicó el “Tecatito” en video conferencia.
“Si él hubiera mostrado una amarilla, o hubiera ido al VAR a ver una jugada o les hubiera dicho algo, ellos se calmaban, intentaban no llegar tarde; el problema es que no hubo eso y ellos agarraron más confianza, entonces termina siendo frustrante para uno porque aquí no tenemos cómo ganar, ni cómo nos ayuden”.
El volante del Porto consideró que eso también lleva a la afición a desesperarse y terminar por lanzar el grito homofóbico.
“Entre la desesperación, con la gente y el grito, la gente empieza a desesperarse, a gritar cosas, es un envolvimiento de cosas”, agregó.