Exige a Honduras frenar caravana

Amenaza Trump cortar ayuda. Detienen en Guatemala a exlegislador ‘coordinador’

Chiquimula, GuatemalaUnos 2.000 migrantes hondureños reanudaron el martes su marcha en Guatemala mientras el presidente estadounidense Donald Trump amenazó en Twitter con cortar la ayuda económica que otorga a Honduras si no detiene la caravana que busca llegar a su país. La posibilidad de que Honduras detenga al grupo pareciera limitada debido a que los migrantes lograron cruzar el lunes hacia Guatemala sin registrarse ni realizar trámites migratorios. Cientos de personas que huyen de la pobreza y la violencia en su país pasaron la noche, algunos a la intemperie, en la comunidad de Esquipulas. DECIDIDOS. A pie, en su gran mayoría, y unos pocos en vehículos, forman parte de la caravana de unas dos mil personas de hondureños que van hacia Estados Unidos.“Estados Unidos ha informado de manera enérgica al presidente de Honduras que, si la gran caravana de personas que se dirigen a Estados Unidos no es detenida y regresada a Honduras, no se dará más dinero o ayuda a Honduras, con efecto inmediato”, escribió el mandatario estadounidense. Poco después de la amenaza de Trump, autoridades guatemaltecas detuvieron a un exdiputado hondureño que acompañaba a la caravana. Una funcionaria de la Dirección de Migración informó a The Associated Press que el exlegislador Bartolo Fuentes fue capturado junto a Wilmer Simón Gomez y Michael Fajardo, todos por no haber realizado registros migratorios para ingresar al país. La funcionaria habló bajo condición de anonimato por no estar autorizada a comentar públicamente sobre el caso. Miembros de algunas organizaciones hondureñas dijeron hace unos días a la AP que Fuentes era una especie de “coordinador” o “vocero” del viaje, aunque participantes de la caravana en Guatemala han dicho que sólo era uno participante más. Migración también informó que ha cerrado su sede migratoria en la frontera de Agua Caliente para no permitir el ingreso ni registrar a más migrantes hondureños que siguen llegando a la frontera. Poco antes, las autoridades mexicanas advirtieron que si no cumplen los requisitos para entrar al país, no se les permitirá que crucen la frontera con Guatemala. A pesar de la larga jornada de la víspera, los migrantes estaban de pie a la madrugada. Empujando carros, niños, mujeres, hombres y ancianos avanzaban escoltados por patrullas de la policía. La solidaridad era manifiesta: primero avanzaban las mujeres y los niños, algunos gritaban cuando un carro se detenía y otros acudían en ayuda de las mujeres que se habían cansado de llevar a los pequeños en brazos. Algunos guatemaltecos les acercaban agua, comida y caramelos. Antes de partir los migrantes acudieron a la Basílica de Esquipulas, ubicada a unos 220 kilómetros de la capital guatemalteca, para escuchar misa y recibir la bendición del Cristo Negro, venerado por los católicos de la región. Al parecer a la caravana inicial se han sumado más personas. Un sacerdote de Esquipulas que no quiso dar su nombre dijo que habían alimentado a más de 2.000 personas en uno de los tres albergues que ocuparon.