El Salón de la Fama del Futbol se mantuvo en pie pese a la emergencia sanitaria por el Covid-19, que lo obligó a cerrar sus puertas poco más de 6 meses en el 2020, y a pesar de que vive de los recursos que generan las visitas de los aficionados, no prescindió de las 80 personas que laboran en el lugar y mantuvo su esencia al grado de que los directivos prefirieron posponer la ceremonia de investidura del año pasado antes que hacerla de manera virtual.
“Esto se ha mantenido a lo largo de estos 10 años gracias a las visitas que hacen niños, jóvenes, familias, escuelas, coleccionistas, la gente que quiere el futbol sabe que es el único lugar en el mundo donde puede ver un Salón de la Fama, que no es de un club, sino del futbol mexicano y del futbol mundial. Pero hemos pasado momentos como el del año pasado que fue sumamente difícil, como todo, donde tuvimos que cerrar por cuestiones lógicas y de seguridad, de salubridad”, explicó Antonio Moreno, director del Salón de la Fama.
“Volvimos a abrir hace apenas unos meses, reactivando todo, con menos aforo, podemos presumir que en estos 10 años tuvimos un 120 mil visitantes al año y poco a poco vamos recuperando todo porque finalmente no se perdió una sola fuente de trabajo durante todo este tiempo de pandemia, Grupo Pachuca y Jesús (Martínez) mantuvieron el apoyo”.
El Salón de la Fama cumple 10 años, en los que ha logrado sumar decenas de estrellas nacionales e internacionales, convirtiendo el concepto en un empresa rentable, que incluso cuenta con el reconocimiento de la FIFA.
En el 2020, las entradas bajaron un 60 por ciento, incluso se perdieron las visitas escolares, que eran uno de las fuentes que generaban una importante cantidad de ingresos.
El Salón de la Fama comenzó a ver la luz la pasada Semana Santa, cuando pudieron abrir las puertas del recinto a un 75 por ciento, y la gente respondió mucho mejor que en otros años.
Los costos para ingresar se mantuvieron y son de 95 pesos para los niños 135 por cada adulto.