Ese dolor de manos hormonal

Esta noche, por tercera vez en la semana, de nuevo se ha despertado con ese hormigueo y entumecimiento de la mano, además de que el dolor en la muñeca y la debilidad cada vez son mayores

Debe ser, piensa de pronto al acordarse de algo que leyó en internet, por esas largas jornadas frente a la computadora, tecleando y arrastrando el mouse de un lado a otro; y qué decir de las horas sosteniendo el celular en cualquier postura imaginable.

Sin embargo, el doctor Alejandro Badia, fisiólogo y ortopedista especializado en cirugía de la mano y extremidad superior, tiene algo que revelarle sobre esa presunta "enfermedad de oficio": "Quiero decir bien claro que eso es un gran mito, que la computadora, el teclado y el teléfono no dañan las manos", comparte en entrevista remota el médico, fundador del Badia Hand to Shoulder Center en Doral, Florida.

"Nunca jamás en mi vida he operado, y creo que posiblemente he hecho 6 mil liberaciones del túnel del carpo, que son los casos más comunes que ve cualquier cirujano de mano, y nunca he visto a un adolescente, que son quienes hoy en día están todo el tiempo en el teléfono y la computadora. Es un gran malentendido del que se sigue hablando, y realmente no hay ninguna evidencia de que eso pase así". No es, pues, un problema ocasionado por actividades repetitivas como la mecanografía u otras labores manuales -aunque éstas pueden agravarlo-, sino la sintomatología de algo que requiere otro tipo de atención especializada. "Lo que sí pasa es que hay personas que padecen de ciertas cosas muy comunes o que pueden tener una compresión del nervio mediano, pero es un trastorno más metabólico.

"Es un problema metabólico que tiene que ver con los nueve tendones que pasan por un túnel estrecho (en la mano), pero se engruesan. Y eso pasa por retención de líquido, que también es un efecto hormonal", explica Badia, ex presidente de la Sociedad Internacional de Traumatología Deportiva de la Mano (ISSPORTH, por sus siglas en inglés) y miembro de varias sociedades ortopédicas. Lo referido por el especialista es lo típicamente conocido como Síndrome del Túnel Carpiano, que no es sino la compresión del nervio mediano de la mano. Se denomina así porque tal nervio está situado dentro de un túnel cuyas paredes inferiores y laterales están formadas por los huesos carpianos, mientras que la pared superior la forma una estructura llamada "ligamento carpiano transversal". Además del nervio mediano, hay nueve tendones que le dan flexión a los dedos y que pasan a través del canal.

Cuando la membrana que cubre a estos tendones se inflama, se reduce el espacio y provoca la compresión del nervio, y con ello los mencionados malestares: entumecimiento, hormigueo, dolor y debilidad, usualmente durante la noche y persistentes por la mañana. "Hay estudios que han dicho que de 5 a 7 por ciento de la población sufren síndrome de túnel del carpo, y es dos o tres veces más común en mujeres que en hombres", expone Badia. Especialmente mujeres de edad mediana, perimenopáusicas, durante el tercer trimestre del embarazo o por rápido aumento de peso. También puede darse ante condiciones crónicas como diabetes, gota o enfermedad de la tiroides.

¿Ignorar esta condición puede derivar en una alteración grave? Sí, puedes causar daño si lo ignoras, porque el nervio si lo tienes comprimido mucho tiempo, el entumecimiento de los dedos llega a un punto en que es permanente. Y la manera en que sabemos es con un estudio eléctrico: ponemos los electrodos y podemos medir y comparar en ambas manos cómo está funcionando el nervio mediano. Si ya está muy dañado, entonces ya es un poco más urgente de liberar. Un efecto de esta compresión crónica, continúa el especialista, es el debilitamiento del pulgar, en ocasiones a tal grado que ya es imposible realizar movimientos y acciones sencillas, como abrocharse los botones de la camisa.

Por suerte, destaca Badia, la atención de este problema es relativamente sencilla, pues puede ir desde el uso de férulas para estabilizar la muñeca durante la noche y evitar la flexión que comprime de más el nervio, hasta inyecciones de cortisona para desinflamar los tendones, o altas dosis de vitamina B6 que actúe como diurético y disminuya el líquido acumulado en el túnel. "El paciente que no responde a tratamiento conservador es un paciente que vamos a intervenir (quirúrgicamente), lo cual hoy en día es muy fácil: en apenas 5 o 10 minutos, endoscópicamente entramos y se divide un ligamento que está apretando el nervio", subraya el médico sobre este "alivio endoscópico" mediante una incisión de menos de 1 centímetro en el pliegue de la muñeca. "Es una solución, esto no es algo que se tiene que repetir; es una cura casi siempre", agrega. "El mensaje importante es evitar esa situación crónica si hoy en día es tan fácil de atender". Así, más que gastar dinero y esfuerzo en soluciones ergonómicas -no necesariamente malas, pues la salud no está peleada con la comodidad-, preste atención a los síntomas y atienda la causa de raíz. Sus manos se lo agradecerán.