La música regional mexicana, un término general que abarca mariachi, banda, corridos, norteño, sierreño y otros géneros, ha demostrado ser cualquier cosa menos regional, desempeñando un papel clave en el dominio de la música latina. Pero incluso cuando las estrellas del género encabezan las listas de popularidad y protagonizan conciertos multitudinarios, su reciente globalización ha dejado notablemente fuera las voces de las mujeres.
¿Cuál es el contexto general?El problema no es nuevo. Las mujeres han luchado por años por una representación en géneros como el hip hop y el country, y aunque algunos estilos han avanzado hacia la paridad de género, la música regional mexicana se ha quedado rezagada.
Ahora, las mujeres están abriendo su propio espacio, a menudo cantando letras que difieren de las de sus contrapartes masculinas, centradas en el amor, el desamor y la experiencia femenina. Leila Cobo, directora de contenido de Billboard para la cobertura de música latina, afirma: “En este género en particular, las mujeres todavía están quizás encontrando su camino. Creo que hay una gran oportunidad para que alguien tome ese lugar, explore y vea qué sucede”.
Artistas masculinos como Peso Pluma y Natanael Cano encabezaron la reciente ola del género que vio a los corridos tumbados, un subgénero de la música regional mexicana, dispararse. Esta versión moderna infunde el estilo musical tradicional con elementos de hip hop y trap, con letras que exploran la compleja y siempre cambiante experiencia de los mexico-estadounidenses en ambos lados de la frontera, y ahora más mujeres lo están abrazando.