La leyenda del heavy metal, Ozzy Osbourne, fue despedido ayer miércoles en su ciudad natal, Birmingham, Inglaterra, en una procesión fúnebre que reunió a miles de seguidores y seres queridos.
Entre lágrimas, la familia Osbourne -su viuda Sharon y sus hijos Kelly, Jack, Aimee y Louis- se unió a los fanáticos que colmaron las calles para rendir homenaje al influyente líder de Black Sabbath, fallecido el pasado 22 de julio a los 76 años.