Ciudad de México
Podrá sonar bastante duro, pero reza el dicho, “Más vale prevenir que lamentar”. A tan sólo unas horas de que el reinado de Isabel II oficialmente llegara a su fin con el simbólico rompimiento de una varita en su funeral, su hijo Carlos III es el nuevo rey del Reino Unido.
Con la nueva llegada de un monarca debe existir un plan para todo tipo de acontecimiento, y Carlos III ya tiene el suyo, en caso de su muerte, que se llama “Operación Puente Menai”, que también tiene el nombre de un puente colgante: el Menai está entre la isla de Anglesey y Gales y se trata de una estructura de gran valor diseñada por Thomas Telford en 1826.
El uso de las palabras clave en la casa Windsor surgió para evitar la fuga de información a la prensa, antes de que sea oficial. Por ejemplo, el protocolo de fallecimiento de la ‘reina madre’ se llamó Operación Tay Bridge y el plan estuvo listo 22 años antes de que su muerte llegara, en 2002.
Cuando el rey Carlos III dio su primer discurso a su nación, esto dijo: “La vida de la reina Isabel fue una vida bien vivida, una promesa con el destino cumplido”, y su muerte la lamenta profundamente. “Esa promesa de servicio de por vida les renuevo a todos ustedes hoy. Al igual que la reina misma lo hizo con una devoción tan inquebrantable, ahora también yo me comprometo solemnemente, durante el tiempo restante que Dios me conceda, a defender los principios constitucionales en el corazón de nuestra nación”.