"Y se marchó y a su barco le llamó, 'Libertad'", son coplas de una canción de José Luis Perales, algo cursi, pero pegajosa, que sonó mucho en los ochenta. Una melodía que podría ilustrar a la cinta June y John, que ya está en cines.
John es disciplinado y rutinario: despierta a las 6:00 horas, corre, y a las 7:00, ya está bañado, vestido y atravesando Los Ángeles, para llegar a su oficina. Sin embargo, la vida no le sonríe: en la aplicación de citas, le cancelan todas las pretensas. Su jefe lo alucina. Es más, ni el conserje del edificio le tiene simpatía. Pero todo eso está a punto de cambiar drásticamente.
La más reciente película de Luc Besson, no tiene una historia original: la atracción entre opuestos -el cuate estirado/tímido y chava guapa/alocada-, el road movie, el concepto de "nosotros contra el mundo", son elementos que ya hemos visto en hartas cintas románticas.
Pero el armado de la narrativa huele a limpio, recordándonos el encanto de los filmes noventeros del director francés, como El Quinto Elemento. Se agradece que se ahorra subtramas complicadas y en cambio, se le dé mucha importancia a la relación entre los personajes.
En términos visuales, hay una fotografía luminosa, que irradia optimismo. Cielos azules y días soleados en Los Ángeles, donde los millonarios de Beverly Hills cohabitan con los homeless.
Pero ésta es una historia de amor, y nada funcionaría si no tuviera a esa pareja protagónica. Con su sonrisa franca y sus ojos de plato, Matilda Price como June, es rebelde y entrona, pero también vulnerable y nunca desesperante.
Y el personaje de John, interpretado por Luke Stanton Eddy, es candoroso: inicia deprimido, en un mundo cuadrado y sofocante. Después, comunica perfecto el ser joven, estar enamorado y, so pena de sonar muy cursi, el querer marcharse para obtener libertad.
JUNE Y JOHN
Tres estrellas
Actúan: Luke Stanton Eddy, Matilda Price, Ryan Shoos
Dirige: Luc Besson
Duración: 94 min.