Llega por apple Tv; Tan santo como pecador

La serie documental explora la conexión entre la vida y el cine de Scorsese.

A finales de los setenta, Martin Scorsese compartía casa con el músico Robbie Robertson. Casa y drogas. Montañas de estupefacientes, confirma el componente de The Band. New York, New York había sido un fracaso, y el cineasta había perdido el rumbo vital. Hasta que su cuerpo dijo basta, y, por una hemorragia interna, acabó hospitalizado.

"La mayor parte de mí quería morir. Porque en ese momento no podía hacer más mi trabajo. Me sentía incapaz de crear", le confiesa el director a Rebecca Miller ante la cámara. Su amigo Robert De Niro se acercó a su cama, presionándole —ya llevaba un tiempo haciéndolo— para que aceptara un proyecto liderado por el actor, y al que el cineasta se resistía. Scorsese recuerda: "Me miró y me dijo: ´¿Qué diablos quieres hacer? ¿Quieres morir así?". No, y así arrancó Toro salvaje.