Tár, ¡impecable!

Tár empieza como normalmente termina una película, con los créditos

  • Ciudad de México

¿Pretencioso?, sí, pero  congruente con el concepto del tiempo y sus márgenes, tal como una conductora de orquesta  moldea una pieza, a sus músicos y a la audiencia a su antojo.

    Lydia Tár, sin duda, aprobaría. De ahí, el director Todd Field  nos lleva a una entrevista de casi diez minutos en la que conocemos a nuestra protagonista a fondo. Es un concepto arriesgado en su sencillez y duración,  pero el personaje y la actriz son  tan fascinantes, que no podemos  quitarle los ojos de encima. Esta  economía de información, imagen y narrativa será el sello que  distinga el resto del viaje.

La multipremiada Lydia Tár  (Cate Blanchett) actualmente dirige la Filarmónica de Berlín y está en el proceso de grabar  la Quinta Sinfonía de Gustav  Mahler. Su esposa Sharon (Nina Hoss) también es parte de  la orquesta, y su asistente Francesca (Noémie Merlant) la sigue  a todos lados, cual súbdita fiel.

“Tár”, eventualmente se ve envuelta en una discusión con uno  de sus alumnos sobre la cultura  de la cancelación y la separación del autor y su obra. Esta  brillante escena -que además fue filmada en una sola toma- cobrará aún más peso cuando a  ella misma se le acuse de tener  conductas inapropiadas.

PODER Y PRIVILEGIO