Crean un decente recuento histórico

Está basada en el libro de Ben Macintyre acerca de la Operación Mincemeat durante la Segunda Guerra Mundial

Cd. de México

Hay historias que son demasiado buenas para ser ciertas, pero aquella de la Operación Mincemeat, o Carne Picada, sin duda ha pasado a la historia como una de las maniobras más memorables de la Segunda Guerra Mundial.

Los británicos querían entrar a Sicilia a como diera lugar, pero la invasión era por demás predecible y los alemanes seguro los estarían esperando. Es entonces que se le dio rienda suelta a un plan co-escrito por el mismísimo Ian Fleming, sí, aquel que concibió a James Bond años después.

El plan consistía en echar al mar de las costas de España a un cadáver disfrazado de oficial que cargaría con papeles falsos haciendo alusión a un próximo ataque en Grecia, falso también. La idea era que esos papeles llegaran a Hitler y se creara una distracción.

Es así como el representante naval Ewen Montagu (Colin Firth) y el oficial de la inteligencia británica Charles Cholmondele (Matthew Macfadyen) pusieron manos a la obra y llevaron a cabo la increíble -en toda la extensión de la palabra- operación.

Por supuesto, Hollywood siendo Hollywood tenía que aderezar la historia con detalles que no ocurrieron, en este caso añadiendo un triángulo amoroso entre los dos oficiales y Jean Leslie (Kelly Macdonald), una empleada del MI5, que solamente distrae de una historia que ya era fascinante por sí sola.

Aun así, ese mismo Hollywood es el que nos da placeres pequeños como el poner juntos a dos de los actores más emblemáticos que interpretaron al famoso personaje de Jane Austen, Mr. Darcy, y además en constante pugna.

Distracciones aparte, John Madden (quien dirigiera Shakespeare Apasionado) entrega un decente recuento para Netflix de un extraordinario pedazo de la historia con algunos de los mejores actores británicos e indiscutibles valores de producción. Enhorabuena.