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REALMENTE AMOR

A 18 años de su estreno se ha convertido en la comedia romántica navideña por excelencia, y muchos la han intentado imitar sin éxito. La cinta sigue la vida de diferentes personajes y parejas en Londres, unas semanas antes de la Navidad. El director Richard Curtis entrelaza historias de gente cuyo único vínculo entre ellos es el amor. Un gran acierto de la película es tener muchas caras conocidas. De esta forma Hugh Grant es el Primer Ministro inglés entusiasmado con su asistente; Liam Neeson es un viudo que quiere conectarse con su hijastro; Colin Firth es un escritor que se interesa por una mujer que no habla su idioma; Emma Thompson es una mujer casada que teme una infidelidad por parte de su esposo (el desaparecido Alan Rickman) y Keira Knightley es una recién casada intentando hacerse amiga del mejor amigo de su pareja. Una secuencia que involucra a Knightley ha sido homenajeada hasta el cansancio. La cinta funciona, te hace reír, suspirar y si son muy sentimentales hasta llorar. Sin duda te pondrá en espíritu navideño.

MATCH POINT

Al iniciar el filme, y bajo los acordes de “Una Furtiva Lágrima” de la ópera El Elixir de Amor, podemos sentir que estamos ante el preludio de un gran drama. En esta primera escena aparece una pelota de tenis que va de un lado a otro de la cancha; de pronto, ésta pega en la red y queda suspendida en el aire por unos segundos sin saber de qué lado va a caer. Es cuando escuchamos la voz de Jonathan Rhys Meyers, la cual parece ser un acto de penitencia: el hombre que dijo prefiero ser afortunado que bueno, comprendió la profundidad de la vida. Intentando romper sus esquemas, el director Woody Allen logra su cometido con un excelente guión cuyo ritmo nos arrebata el aliento. El furtivo protagonista enamora a una ingenua joven (Emily Mortimer) para ingresar a la alta sociedad, sin embargo, al conocer a una hermosa rubia (Scarlett Johansson), su inagotable ambición lo llevará a cometer un acto en el que la suerte habrá de decidir su propio destino.