NOMADLAND
Una solitaria mujer lo pierde todo a causa del colapso económico de la Gran Recesión y decide empezar a vivir como nómada, a bordo de su camioneta.
Esa es la premisa de Nomadland, la multipremiada cinta que obtuvo el Óscar de Mejor Película, Mejor Dirección para Chloé Zhao y Mejor Actriz para Frances McDormand.
Basada en el libro de Jessica Bruder, adaptado por Zhao, la trama explora la situación real de miles de norteamericanos que viven al margen de la sociedad basada en la propiedad privada y sin un rumbo o localización determinados.
La narrativa y la realización técnicas le dan a la cinta un tono realista, casi documental. Salvo McDormand y David Strathairn, que son actores profesionales, el resto del elenco no lo es y se interpreta a sí mismo.
La directora consigue darle uniformidad y autenticidad a su relato y con ello un impacto raramente visto en la pantalla grande.
MARGUERITE
Luciano Pavarotti mencionó: “como una forma de arte, la ópera ofrece aspectos del drama humano que no pueden ser expresados de ninguna otra forma”. Qué mejor manera de describir la historia de Marguerite, inspirada en la vida de Florence Foster Jenkins, que también protagonizó Meryl Streep en el 2016. El francés Xavier Giannoli dirige a Catherine Frot, que nos transporta a París a inicios de 1920, época en donde la revalorización de las ideas prevalecía ante la excitación de un ambiente abierto a la subjetividad del arte. Amante de la música, su personaje Marguerite vive en su propio mundo, ofreciendo fastuosos recitales en los cuales sus invitados preferían disfrutar del caviar y del champagne, antes que hacerle notar a la anfitriona que sus cantos parecían una especie de exorcismo en donde un demonio gritaba por obligarlo a salir del cuerpo. Giannoli utiliza el recurso de la imagen a la perfección para narrarnos una historia que nos lleva del humor a la compasión, a través de la comprensión de su propio marido, quien como en los grandes dramas operísticos, comprende muy tarde la tragedia que vive su mujer.