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AMARRES

La producción original de HBO Max Latinoamérica es un buen intento que no acaba de “amarrar” del todo.

Creada por Fernanda Eguiarte, y dirigida por Marcelo Tobas de Albornoz, es en concepto una comedia romántica que aborda el tema de la brujería en forma amable y divertida.

Amarres cuenta la historia de Ana, una mujer viuda y divorciada, con tres hijos bastante peculiares y dones de hechicera, que se mueve entre un entorno familiar más que disfuncional, un ex marido aferrado con volver con ella, un romance tóxico con un fraudulento agente de seguros y un paramédico que la pretende con buenas intenciones.

La premisa resulta más atractiva que el resultado, porque tanto el guion como la dirección se quedan un tanto cortos.

La serie da demasiada preponderancia a los tres hijos de Ana: un chico gay y autista, una adolescente rebelde e intransigente que se dedica a la pintura urbana y una estridente niña insufrible obsesionada con hablar con Dios

Juntos y por separado, rayan en lo odioso porque ponen la acción en un constante tono de crisis que resulta cansado.

En cada episodio hay un caso que se soluciona con uno de los “amarres” del título, recurso que podría resultar atractivo, pero que se queda en segundo plano detrás del espectáculo de las malas decisiones y crisis de una mujer con la que resulta muy difícil empatizar.

Lo que rescata la serie son el talento y el carisma de Gabriela de la Garza, que hace brillar su personaje de Ana, a pesar de un guion pobre y una dirección de bajo impacto.

EL REINO

El asesinato del candidato a la presidencia de Argentina le da posibilidad a su compañero de fórmula, un pastor evangelista, de gran poder mediático.

El esclarecimiento del atentado por parte de las autoridades pone de manifiesto oscuros secretos de cómo se mueve el mundo de la política y la religión.

Esa es la premisa de El Reino, una serie argentina creada por la novelista Claudia Piñeiro y el cineasta Marcelo Piñeyro en la que ofrecen una propuesta de relato de suspenso que es al mismo tiempo una seria radiografía del poder.

Muy bien producida y contada con un impecable manejo de los recursos del thriller, la serie tiene giros de trama muy bien diseñados y personajes profundos e interesantes.

Si bien la trama ocurre en Argentina, el tratamiento temático de la relación de la política y la religión le da la suficiente universalidad como para generar la identificación de las audiencias en cualquier parte del mundo.

La dirección logra esa atmósfera narrativa que anticipa todo el tiempo que algo está a punto de ocurrir y la angustia de no poder evitarlo.

El elenco es poderoso y está en el tono exacto que el género precisa, haciendo un verdadero trabajo de ensamble en el que todos están en un nivel de excelencia, sin importar el tamaño del personaje.