SELVA TRÁGICA
En 1920, en la frontera entre México y Belice, un grupo de recolectores de caucho quieren sacarle partido a su trabajo para su beneficio, no el de su patrón inglés.
Su camino se cruza con el de Agnes, una enigmática mujer que escapa también del hombre que la esclaviza.
Este encuentro hará surgir las pasiones y las leyendas, como la de Xtabay, un ser que habita en lo más profundo de la selva maya.
La directora Yulene Olaizola construye una narrativa pausada rica en imágenes, que crea atmósferas en las que todo es posible, porque mezclan realidad y magia.
El guion, de la propia directora en colaboración con Rubén Imaz, explora un periodo poco conocido de la historia de México de manera sencilla y clara, a través de personajes que se antojan realistas inmersos en un contexto fantástico.
El elenco combina actores profesionales con amateurs, pero están dirigidos de tal manera que la diferencia no se nota.
El aspecto más interesante es la fotografía que se convierte en una experiencia inmersiva para poner al espectador dentro de la jungla con ese sentimiento de ser “tragado” por ella.
Selva Trágica es una de esas poco frecuentes películas de Cine de Arte que se encuentran en Netflix.