El joven que tocaba el piano (y descuartizó a su novia)

Cuando Javier Méndez subió al podio para recibir su medalla de bronce en la Olimpiada Internacional de Física 2012 se abría un episodio luminoso que no tardaría demasiado en cerrarse. Acabaría poco más de un año después en un pequeño departamento del viejo edificio Juárez de la Unidad Tlatelolco. De cómo un joven de 19 años, deportista, amable, educado, talentoso, se transformó en alguien que no era él y terminó por encajar un cuchillo en un cuerpo sin vida, de eso trata esta historia.