Ciudad de México.- El caso es un cúmulo de graves acusaciones y reacciones de trazo surrealista que de momento se han quedado en un cruce de versiones encontradas. La alcaldesa de Cuauhtémoc, una de las 16 demarcaciones territoriales de Ciudad de México, fue denunciada el pasado 11 de febrero por dos mandos de la policía auxiliar de la capital por supuesta agresión. La Fiscalía local abrió una carpeta y el lunes citó por segunda ocasión a Sandra Cuevas, política opositora que el pasado 6 de junio ganó las elecciones municipales bajo las siglas de la alianza Va por México (PRI-PAN-PRD). El reemplazo de la defensa solicitado por Cuevas, sin embargo, aplazó la audiencia hasta el 14 de marzo, por lo que formalmente la justicia aún ha formulado cargos en su contra. Esos delitos, que en un primer momento incluían el de secuestro y “privación de la libertad”, se ciñen finalmente a los de “robo, abuso de autoridad y discriminación”. La regidora, cuestionada por varios colectivos vecinales, denuncia un montaje y una persecución política y el lunes por la tarde contraprogramó la convocatoria de una protesta con un acto festivo en el que lanzó algunas pelotas con billetes de 500 pesos desde un balcón de la alcaldía, según han atestiguado reporteros presentes y se aprecia en varios videos.
Los ingredientes del cóctel son insólitos aunque, a falta de detalles, la historia está llena de claroscuros. Todo empezó, según las indagaciones de la Fiscalía de Ciudad de México, hace menos de tres semanas. Dos uniformados de la Secretaría de Seguridad Ciudadana protagonizaron “un diferendo” mientras trataban de ordenar el comercio informal en el centro histórico, que se encuentra en la alcaldía de Cuauhtémoc como otras colonias emblemáticas de la capital, de la Condesa a la Roma, la Juárez o Santa María de la Ribera. Estos dos mandos, aseguró el portavoz del fiscal, Ulises Lara López, fueron convocados por la alcaldesa “con el argumento de dialogar y trabajar en la ampliación del servicio de vigilancia”.
“De acuerdo con las primeras investigaciones en el sitio, en la oficina donde despacha la alcaldesa se encontraba la titular de la demarcación y varias personas más”, señaló el funcionario. Sin embargo, aparentemente todo se convirtió en un caos en cuestión de segundos. “Tras las entrevistas, quedó asentado en la indagatoria que ambos uniformados fueron agredidos tanto verbal como físicamente en repetidas ocasiones por la titular de la alcaldía así como por varios hombres que allí se encontraban. También señalaron que fueron despojados de sus radios de transmisión y que fueron privados de su libertad por instrucciones de la alcaldesa por más de una hora en otro salón y fueron videograbados... Finalmente, tras golpes y empujones ambos mandos pudieron salir”. Y por último, según la versión de los agentes, el jefe de gabinete de Sandra Cuevas les instó a no interponer denuncia.
Cuevas rechaza rotundamente las acusaciones y, según informa la alcaldía, “asegura que son una persecución política en su contra”. La regidora, frontalmente enfrentada a Morena y a Claudia Sheinbaum, ha tratado de poner el acento en su disputa con la jefa de Gobierno. Cada día, la política opositora difunde en sus redes sociales algún mensaje para marcar distancias con la gestión de la capital. El pasado sábado publicó una foto en la que se la ve leyendo un expediente sentada en un jardín. “Hoy me di el tiempo para revisar la carpeta de investigación en mi contra que proporcionó la Fiscalía de la Ciudad de México, detectando múltiples errores, inconsistencias y falacias contenidas en documentos oficiales que dejan mucho que desear de una institución encargada de impartir justicia”, escribió.
LISTA PARA DEFENDERSE
El equipo de la alcaldesa, que ha recibido el apoyo de dirigentes del PRI, del PAN y del PRD, afirma que “está lista para defenderse presentando pruebas reales y contundentes en donde, en una primera etapa, respetando el debido proceso presentará a todos los medios de comunicación así como a vecinos y vecinas de la demarcación una línea de tiempo de lo que realmente ocurrió el pasado 11 de febrero en el edificio de la alcaldía, la cual está soportada con evidencia videográfica que demostrará el montaje y la persecución política”. La dirigente pretende demostrar que “hay una falta de autonomía de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México” y ha avisado de que no piensa pedir licencia de su cargo.