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Miami, Estados Unidos.
Pablo Lyle pasó la noche en una prisión de Miami y se espera que este martes se le coloque el grillete electrónico que deberá llevar al menos hasta su próxima audiencia.
Tras su primera presentación en la Corte, el actor fue llevado a una cárcel, donde, según los canales de televisión hispanos, pasó la noche.
La defensa alegó que Lyle actuó en defensa propia y no tuvo intención de matar a nadie, pero la Fiscalía consideró que puede tratarse de un caso de homicidio en segundo grado y pidió que la fianza fuese elevada a un millón de dólares.
Durante la audiencia, en la que Pablo estuvo acompañado de su esposa, la actriz Ana Araujo, una mujer se desmayó y debió ser atendida por los servicios de emergencia.
Aunque se dijo que se trataba de la madre de Lyle, luego se supo que fue la señora con la que Hernández, el hombre asesinado, tenía contemplado casarse.
Según un video grabado por una cámara de seguridad, después de haber golpeado a Hernández, el automóvil en el que Lyle viajaba como pasajero abandonó el lugar dejando al cubano inconsciente en el piso.
El actor de 32 años fue arrestado horas después y luego puesto en libertad condicional tras pagar una fianza de 5 mil dólares.
El martes 2 de abril pidió permiso a la Corte para viajar a México, el cual le fue concedido por la magistrada del condado de Miami-Dade, Lisa Walsh.
Esa misma jueza ordenó al actor que se presentase en una audiencia el lunes para revisar la libertad bajo fianza, tras saberse sobre la muerte del hombre atacado.
"Es una tragedia, una absoluta tragedia; pero el señor Lyle no tuvo intención de matar a nadie. No es un caso de asesinato", dijo a los medios al concluir la audiencia Bruce Lehr, uno de los abogados de Lyle.
Los abogados alertaron al juez que el protagonista de Mirreyes vs. Godínez había recibido múltiples amenazas de muerte en la redes sociales, desde que se supo de la muerte del hombre al que dio un puñetazo.