Despiden a policías de Tlaxcala

​En el zócalo de Zacatelco, Tlaxcala, al pie de la bandera nacional a media asta y en señal de luto descansaron los féretros de los dos policías caídos durante un enfrentamiento con huachicoleros.

En el zócalo de Zacatelco, Tlaxcala, al pie de la bandera nacional a media asta y en señal de luto descansaron los féretros de los dos policías caídos durante un enfrentamiento con huachicoleros. Ahí los deudos declararon, sin tapujos, que si están muertos es por culpa del Gobierno.Los mandaron a la guerra y sin fusil, no tenían armas, ni chalecos antibalas, el uniforme y sus botas las compraban ellos; si están muertos es por culpa del Gobierno, soltó Gloria N., familiar de una de las víctimas.Maurilio N., y Osvaldo N. eran policías de Zacatelco, uno llevaba dos años activo, el otro apenas desde diciembre 2017. Los dos fueron acribillados la tarde-noche del pasado jueves, en Teolocholco, después de capturar a dos presuntos huachicoleros.Ellos llevaban una sola pistola y sus contrincantes llegaron a bordo de dos camionetas con armas de grueso calibre con las que los rafaguearon aparentemente para rescatar a sus compañeros.El gremio policial en el Estado se declaró de luto y este sábado despidieron a sus compañeros caídos entre coronas fúnebres, pase de lista y una salva.Fue un homenaje en memoria de los dos oficiales antes de llevar sus cuerpos al cementerio.El titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), Hervé Hurtado, llegó rodeado de escoltas y con un uniforme de lujo.El Alcalde, Tomás Orea, vistió de traje de luto, estuvo unos minutos y se retiró como si huyera de los reclamos de los deudos.Esposas, tías, hermanas y hermanos, hijos de los fallecidos, exigieron justicia, pero reclamaron más por las condiciones deficientes en que trabajaban y a las que atribuyeron su muerte.Justicia, justicia, queremos justicia para Maurilio y que equipen mejor a los policías para que valga la pena su muerte, arengaban los deudos mientras elementos policiales llevaban los féretros a la carroza.Heriberto Falla, director de Seguridad Pública municipal, reconoció que los policías a su cargo no cuentan con armas ni equipamiento, pero lo atribuyó a los trámites burocráticos que requieren los exámenes de control de confianza y las licencias para la portación de armas de fuego.Desgraciadamente no contamos con el equipo necesario; no todos los policías estamos armados y los elementos que murieron llevaban armas nada más, indicó Falla.Respecto de los seguros de vida policiales, arguyó que es responsabilidad del Gobierno municipal.Convencidos de que el Gobierno es el culpable de la muerte de los dos policías, los cortejos fúnebres partieron a sus domicilios para continuar con el funeral y sepelio.Quien toque un policía no se la va acabarRodeado por su equipo de seguridad, el comisionado de seguridad, Hervé Hurtado, advirtió que a partir del asesinato de los dos elementos de Zacatelco, quien toque a un policía no se la va acabar.En entrevista, Hurtado expuso que, con una reforma a la legislación estatal, el Gobierno del Estado buscará que cualquier agresión tenga agravantes si la víctima es un elemento policial.Una muerte no es algo feliz, es muy lamentable y esto es un tema de justicia; un tema de que no va a quedar impune. Nadie toca a un policía sin que no haya un efecto e impulsaremos una ley que haga más duras las penas para quien toque a un policía, apuntó el comisionado.Hurtado indicó que la delincuencia relacionada con el robo de combustible se volvió regional para Tlaxcala después de ser desplazada desde Veracruz y Puebla.Por tanto, exigió a los Gobiernos municipales invertir en seguridad pública y el equipamiento de los policías municipales, porque de ellos no sólo depende el combate y prevención de delincuentes, sino de las sobrevivencias de sus familias.Que los presidentes municipales asuman su responsabilidad de hacer que los recursos que reciben sean para los policías, con mejores salarios, seguros de vida, para tener un policía que salga a la calle para defender a los ciudadanos, acotó.El funcionario aseveró que el doble homicidio en agravio de los oficiales no quedará impune y para ello se sigue una investigación nutrida por la revisión de cámaras de videovigilancia que captaron la persecución y el escape de los delincuentes, además de otros elementos que por estrategia se mantienen en reserva.Pero, quiero insistir que quien toque a un policía no se la va acabar, concluyó.