Guadalajara, México.-El triunfo de Max Verstappen y Red Bull en Hungría se selló tras la bandera de cuadros, pero se empezó a cocinar frente a los monitores.
En la toma de decisiones estratégicas en momentos cruciales, como terminó siendo en Hungaroring, Red Bull le ganó la partida a Ferrari.
En la vuelta 39, Verstappen entró a pits y salió con neumáticos medios, un giro después Leclerc fue llamado a boxes y le pusieron gomas duras. Esto desencadenó que el neerlandés de Red Bull superara sin problemas al monegasco de Ferrari en la vuelta 41.
Verstappen trompeó en la siguiente vuelta y Leclerc recuperó la tercera posición, pero tres giros más adelante Max pasó de nuevo a Charles, quien vio cómo George Russell, de Mercedes, también lo superaba. En la vuelta 55, Leclerc volvió a entrar a pits y esta vez salió en la sexta posición y con neumáticos blandos.
Pero el daño ya estaba hecho. Verstappen amplió a 80 puntos la ventaja sobre Leclerc.
"Los pilotos tienen muchas sensaciones en el coche, así que tratamos de tener eso en cuenta y lo que los ingenieros de carrera están mirando, que pueden ser datos diferentes para los estrategas".
"(Tomamos) toda esa información a bordo y discutimos todo, pero al final del día es una decisión estratégica. Entonces haremos la llamada final, pero tratamos de trabajar en equipo y usamos la mayor cantidad de información posible para tomar esas decisiones".
- Las estrategias de Red Bull no sólo le ayudaron a Verstappen, también le permitieron llegar a 431 puntos, sumándole el quinto lugar de Checo Pérez, y separarse 97 unidades de Ferrari en el campeonato de Constructores de la Fórmula 1.