Nicolás Larcamón fue claro desde el primer instante: Dirigir al Cruz Azul es el reto más grande que ha asumido como entrenador.
“Hoy [ayer] inicia el proceso más importante en mi carrera”, declaró en su presentación oficial, sabiendo que no basta con ganar, hay que dejar huella.
Consciente del legado reciente de Vicente Sánchez, el nuevo estratega de La Máquina no rehuyó a la exigencia. “El antecedente inmediato tiene que ver con un título, pero un club de esta dimensión siempre tiene la responsabilidad de alcanzar logros”, afirmó.
Lejos de limitarse a la meta de levantar el décimo campeonato de Liga, Larcamón apuntó más alto: Construir un conjunto que trascienda. “El desafío para nosotros es lograr esa versión del equipo que alcance a ser de época”, dijo.
El argentino no llegó a improvisar. Estudió el contexto, identificó los puntos fuertes del proyecto y vio una oportunidad única: “Desde el momento que hubo los primeros acercamientos, confirmé mucho de lo que es Cruz Azul hoy”.
En sus palabras, hay ambición, pero también método. “No hace falta ni que les diga que las ambiciones son máximas, aunque para alcanzar ese título hay que construir con consistencia”, explicó.