Se cumplieron 20 años de aquel histórico partido celebrado en el Estadio Jalisco.
Una de las mejores exhibiciones internacionales de Chivas se vivió en territorio tapatío. Ante los rojiblancos estaba Boca Juniors, uno de los más grandes no sólo de Argentina, sino de América, aquel equipo que vive de aguante y pasión, y que incluso "hace latir La Bombonera".
Boca llegaba, un 2 de junio del 2005, al Coloso de la Calzada Independencia. Aquel Monumental que a un unísono entonó "ay ay ay ay, Boca no llores" ante el festejo y emociones de más de 50 mil personas que veían a su equipo, cien por ciento mexicano, aplastar al gigante argentino.
Era la Ida de los Cuartos de Final de la Copa Libertadores del 2005, Chivas dejaba atrás a los Tuzos del Pachuca (4-2 global) mientras que los Xeinezes derrotaron a Junior de Barranquilla (7-3 global), para verse las caras en la siguiente fase.
Sólo había dos caras de la moneda: orgullo o vergüenza. Y los dirigidos en ese entonces,por Benjamín Galindo tenían claro cual querían.
El Rebaño dio sus primeras muestras de poder, cuando apenas al minuto 12 Francisco Palencia mandaba la esférica al fondo de las redes, aunque el tanto fue invalidado por fuera de lugar.
Una de las pocas llegadas de la visita se dio al 19', cuando Marcelo Delgado hizo volar a Jesús Corona, quien reforzó el arco rojiblanco ante la ausencia de Oswaldo Sánchez.
Pero fue Johnny García quien hizo estallar al Jalisco, cuando en tiro de esquina, cobrado por Ramón Morales, remató de cabeza y puso el 1-0 antes de que finalizara el primer tiempo.
El son lo puso el mariachi, el bailador fue el Guadalajara y el mareado el cuadro de Martín Palermo, pues después del descanso llegó el recital futbolístico.
Omar Bravo duplicó la ventaja al 54', pero la noche que Boca lloró estuvo marcada por dos golazos más.
Juan Pablo Alfaro, al 60', realizó un lejano disparo de pierna derecha, el balón pegó en el poste y a pesar del lance de Roberto Abondanzieri, las redes se volvieron a mover.
La cereza del pastel llegó en los pies de Adolfo Bautista, quien minutos después del tanto del 'Pato' estremeció a toda la afición tapatía e incluso a Jorge Vergara (QPD), quien festejó la goleada de su equipo desde su palco.
'Bofo' recuperó el rechace de un tiro de esquina, evitó la pérdida, le negó la redonda a su compañero y de volea sacó un potente disparo que dejó a Abondanzieri de pie y siguiendo la trayectoria solamente con la mirada.
Con un 4-0, el Jalisco se convirtió en un manicomio, lugar donde Boca vivió una pesadilla.
A 20 años de aquella histórica noche, la Copa Libertadores vive sus ediciones sin un solo equipo mexicano desde 2017; Cruz Azul (2001), Chivas (2010) y Tigres (2015) han sido los únicos clubes mexicanos en quedarse cerca de la gloria de América al ser subcampeones.