Ciudad de México.- Cruz Azul tendrá la oportunidad de dar alcance a su rival mexicano, América, en la cima de los máximos ganadores en la historia de la Copa de Campeones de Concacaf.
Sin embargo, para conseguir el logro, la Máquina deberá vencer a los Vancouver Whitecaps, el club canadiense de la MLS que se ha especializado en eliminar a equipos mexicanos en esta edición del torneo.
La corona regional tiene mayor relevancia en esta final. El campeón obtendrá el pase a la Copa Intercontinental que se disputará a finales de año y también adjudicará un boleto para la segunda edición del Mundial de Clubes en 2029.
Cruz Azul se ganó la localía para la final en el campo del Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria. Jugará un par de semanas después de haber sido eliminado en las semifinales del campeonato mexicano, precisamente a manos del América.
Un triunfo frente a sus aficionados representará su séptimo campeonato de clubes de la región (1969, 1970, 1971, 1996, 1997 y 2014). Se trata de la misma cantidad que tienen las Águilas, su rival en la capital del país, al que tumbó en la ronda de cuartos de final de este certamen.
Los Whitecaps harán su tercera incursión en territorio mexicano en esta edición —segunda en el campo de Ciudad Universitaria— tras dejar en el camino a los Rayados de Monterrey (octavos de final) y los Pumas de la UNAM (cuartos de final), a ambos gracias al criterio de desempate de los goles como visitante después de haber terminado con global de 3-3. El cuadro canadiense se guardó otro zarpazo para las semifinales al eliminar al Inter Miami, comandado por el astro argentino Lionel Messi.
Cruz Azul busca un remanso luego de que en el último partido, antes de esta final, se vio remontado por el América (2-1) en la liguilla del torneo local, resultado que significó su primer revés después de 19 partidos bajo el mando del técnico interino Vicente Sánchez. La directiva no le ha asegurado la continuidad al uruguayo, quien asumió tras la intempestiva partida del argentino Martín Anselmi a inicio del campeonato para dirigir al Porto.