Dan tarde y rápido Premios Nacionales

Ciudad de México Con una ceremonia exprés y tres meses de retraso, finalmente ayer el Presidente Enrique Peña Nieto entregó los Premios Nacionales de Ciencias y Literatura 2017, en un pequeño salón de Palacio Nacional. Ninguno de los galardonados dio discurso a nombre de los premiados, como suele hacerse, sólo participaron la Secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda; el Secretario de Educación, Otto Granados, y el Ejecutivo federal. La bióloga María Elena Álvarez-Buylla, Premio Nacional de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales, entregó a Peña el libro El maíz en peligro ante los transgénicos, que coordinó junto a Alma Piñeyro, con una dedicatoria. “No pierda la oportunidad de pasar a la historia como el Presidente que blindó la soberanía nacional, la soberanía alimentaria y la dignidad del pueblo de México”, anotó. El escritor y editor Alberto Ruy-Sánchez, Premio Nacional de Artes y Literatura en Lingüística y Literatura, no se percató que había prensa, pues eran unos cuantos invitados, la mayoría familiares cercanos, quienes estuvieron en el salón. Si le hubiera tocado dar el discurso de aceptación a él, se hubiera referido al contexto de 1945, año en que se fundaron los Premios, en los primeros meses de la posguerra, cuando empieza a discutirse la necesidad de respetar los derechos humanos de todos, y de promover la política de desarme continental. “No sabemos qué política siga, lo que venga, quien sea, tenemos que luchar porque esa tendencia siga siendo prioritaria, el derecho a la cultura, el derecho a la salud, el derecho a la educación, más allá de la militarización. No sé cuál pueda ser la locura (que se les ocurra)”, comentó Ruy-Sánchez.