El mecanismo de solución de diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se ha convertido en un proceso que requiere muchos años para arrojar un resultado a los países que lo usan, además de ser costoso, refirió Katherine Tai “El objetivo del sistema de solución de diferencias es facilitar soluciones mutuamente acordadas entre los miembros.
“Con el tiempo, la ‘solución de controversias’ se ha convertido en sinónimo de litigio, un litigio prolongado, costoso y contencioso”, destacó en su discurso dado en Ginebra, durante un evento organizado por el Graduate Institute de Ginebra.
La representante comercial de Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés) recordó que a principios de este año su país pudo negociar marcos con la Unión Europea y el Reino Unido para resolver los casos de Grandes Aeronaves Civiles, los cuales comenzaron desde 2004.
“Con el beneficio de la retrospectiva, ahora podemos preguntarnos: ¿un sistema que requiere 16 años para encontrar una solución está ‘en pleno funcionamiento’?”, cuestionó Tai.
Desde el 11 de diciembre de 2019, el órgano de apelación de la OMC, que es parte del mecanismo de solución de controversias, quedó inactivo porque Estados Unidos bloqueó el proceso para renovar a los miembros de esa figura.
México es parte de un acuerdo de arbitraje para sustituir temporalmente al órgano de apelación de la OMC, alternativa propuesta por Canadá y la Unión Europea.
Los cambios al órgano de apelación son parte de la propuesta de Estados Unidos de reformar la Organización.