Crecen menos a largo plazo países desiguales

Ángel Ubide (Zaragoza, 1969) reside desde hace dos décadas en EU, donde se ha hecho un hueco en la élite de las finanzas. Ha trabajado en el FMI y en varias firmas de Wall Street, y ha sido investigador del Peterson Institute for International Economics. Actualmente es directivo del hedge fund Citadel. En 2015 y 2016 formó parte del equipo de expertos que asesoró a Pedro Sánchez en la elaboración del programa electoral del PSOE. El pasado jueves presentó en Madrid su libro La paradoja del riesgo (Deusto), en el que critica la falta de arrojo de Gobiernos y bancos centrales a la hora de estimular el crecimiento y evitar nuevas crisis.

¿Cuánto nos debe preocupar la ralentización de la economía europea?

-?Creo que la palabra correcta es moderación en lugar de ralentización. Venimos de niveles de crecimiento bastante elevados que no eran sostenibles. Es imposible que se repita el año 2017, cuando todo el mundo creció por encima del potencial y con una volatilidad bajísima. El año pasado todo esto se empezó a moderar un poco, y en la segunda mitad empezamos a converger a unos niveles de crecimiento más sostenibles. La zona euro no puede crecer siempre al 2,5%; su crecimiento potencial está posiblemente por debajo del 2%. EU, igual: creció al 3% el año pasado y este año lo hará al 2,5% o algo así.

Entonces, no hay peligro de recesión a corto plazo…

-?No, a no ser que haya sorpresas. Puede haber una recesión técnica, por ejemplo, si el cierre del Gobierno de EU dura seis meses, o si hubiera un recrudecimiento de la guerra comercial entre China y EU o entre Europa y EU. Con la información que tenemos hoy, la probabilidad de que tengamos una recesión en los próximos 12-18 meses es baja.

¿Qué margen de actuación tiene el BCE si la cosa empeora?

-?En estos momentos, y con las restricciones que se ha autoimpuesto, mucho margen de maniobra no tiene. El programa de compra de bonos no permite comprar más allá del 33% de la emisión de un país, y además hay que comprarlos de acuerdo a la clave de capital [distribución del capital social del BCE entre sus accionistas, que son los bancos centrales nacionales]. Los tipos negativos han sido útiles para contener la apreciación del tipo de cambio. Pero no sabemos realmente cuánto margen hay para bajarlos a un nivel aún más negativo; simplemente porque no tenemos experiencia. Suiza los bajó al -0,75% y no ha pasado nada. No sabemos si se puede bajar de ahí.

Tal y como está la situación, ¿deberíamos descartar una subida de tipos este año?

- Más que descartarlos, el BCE tiene que tener mucho cuidado con el bajo nivel de inflación, no solo con el crecimiento. La inflación subyacente lleva tres o cuatro años en el 1%. Es cierto que los salarios han empezado a crecer, e históricamente, al crecimiento de los salarios ha seguido un crecimiento de la inflación. Tenemos que ver si esta vez va a ser así o no y, sobre todo, asegurarnos de que la economía se está moderando y no ralentizándose demasiado.