Crece 2 por ciento corrupción en empresas

De acuerdo al Reporte Global de Fraude y Riesgo 2016-2017 de Kroll, las empresas mexicanas mostraron un incremento del 2 por ciento respecto al índice global en acciones relacionadas a fraude, soborno y corrupción.

En un comunicado, la firma dijo que a nivel global los índices de corrupción en las empresas son del 15 por ciento, para México la cifra es de 18 por ciento, con tendencia a incrementar al finalizar este año.Destacó que más del 45 por ciento de las empresas del país se han enfrentado con agentes gubernamentales y/o privados que les exigen realizar algún tipo de soborno para agilizar trámites; y en ocasiones son los empleados, ex empleados, y trabajadores ocasionales los responsables de llevar a la inestabilidad jurídica y económica a las compañías cometiendo acciones corruptas.La industria de la corrupción le cuesta al país más de 350 mil 470 millones de pesos, lo que representa el 10 por ciento del PIB de México, estimó Kroll.De acuerdo al Índice de Percepción de la Corrupción 2016 que realiza anualmente Transparencia Internacional, México descendió 28 lugares quedando en el lugar 123 del ranking con una calificación de 30 puntos, de una escala de 100, donde 0 es una percepción alta en los índices de corrupción y 100 son niveles muy bajos.Entre los 35 países miembros de la OCDE, cuyo promedio es de 69 sobre 100, México tiene la peor puntuación.Combatir la corrupción no es una tarea sencilla, dijo Arturo del Castillo, director asociado de Kroll en México, el sistema anticorrupción no ha sido lo suficientemente acotado, y en el caso particular de las empresas, ningún comité ciudadano o instancia han informado qué medidas deben implementarse desde el lado de las empresas.Mencionó que iniciativas ciudadanas como la Ley 3 de 3, son señales de que existe el deseo por cambiar el rumbo del país, pues propone la transparencia de los recursos que utilizan los funcionarios públicos y ofrece una lista de los tipos de corrupción y cómo serán sancionados.En el caso de las empresas que incurran en actos de corrupción, y dependiendo de la gravedad de la ofensa, pueden ser multadas o castigadas con la disolución de la sociedad empresarial.