Ciudad de México.- Tanto para expertos como para quienes se ponen los esquís por vez primera, a menudo, deslizarse sobre la nieve provoca una experiencia eufórica y regala a la vista postales inigualables.
Aquellos que están buscando instruirse en el arte de esquiar, Beaver Creek Resort, en Colorado, puede resultar la opción idónea. Ubicado aproximadamente a dos horas del aeropuerto de Denver, este destino presume toda una serie de novedades operativas y gastronómicas para los grupos que lo visitan.
DIVERSIÓN PARA TODOS
Afortunadamente, ni siquiera es necesario alejarse de las pistas para deleitar al paladar. Siempre está la opción de combinar la emoción del esquí con un dulce antojito y, esta temporada invernal regresó el famoso Cookie Time, una tradición en la que, a las 15:00 horas, los visitantes pueden probar galletas calientes en la parte inferior de los lifts Haymeadow y Centennial Express.
Sitios como Ice Cream Parlors, a los que también se puede llegar sin quitarse los esquís, satisfacen a chicos y grandes. Están los helados que le dan nombre al lugar, desde luego, pero también se sirven sopas y chocolate calientes, así como numerosos tentempiés.
Y para sentirse como dentro de un cuento infantil, la Beaver Creek Candy Cabin sumerge a las familias en un entorno lleno de color y sabor. Hay frascos con chocolates surtidos, dulces marca Swedish Fish, y productos hechos con azúcar de caña, entre otras delicias. Nada más apropiado para garantizar que una experiencia en este resort deje un buen sabor de boca.