La mitad de las empresas en Norteamérica esperan que el impacto de la renegociación del TLC sea positivo en los próximos dos años, según una encuesta de HSBC denominada Capitanes: presente y futuro de las empresas.
Confían empresas de Norteamérica en TLC
La mitad de las empresas en Norteamérica esperan que el impacto de la renegociación del TLC sea positivo en los próximos dos años, según una encuesta de HSBC denominada Capitanes: presente y futuro de las empresas.
La encuesta de HSBC a 6 mil empresas mostró que 49 por ciento de las firmas en Estados Unidos, 52 por ciento en Canadá y 53 en México esperan que el impacto del acuerdo comercial sea positivo en los años 2019 y 2020.A su vez, mostró que 77 por ciento de los negocios son optimistas sobre sus prospectos internacionales.A pesar de la amenaza de nuevas barreras comerciales, esperamos que continúe el crecimiento en los negocios transfronterizos, especialmente entre nuestros vecinos de Norteamérica, mencionó en el reporte Wyatt Crowell, director de Banca de Empresas de HSBC USA.Vemos mucho optimismo de clientes estadounidenses en este momento, que se deriva de factores como la desregulación, impuestos más bajos, un dólar estadounidense un poco más débil, crecientes precios de la energía y un aumento en el desarrollo económico global, agregó.El reporte indica que más de dos tercios de los negocios en México prevén necesitar más financiamiento al comercio en 2018 respecto año pasado.Además, 70 por ciento espera que se facilite el acceso, pese a la incertidumbre sobre el TLC.Para 48 por ciento de los negocios mexicanos del sector servicios, ingresar a nuevos mercados es el principal enfoque para el crecimiento en los próximos 12 meses, apoyados por un creciente uso de comercio electrónico (24 por ciento).El 23 por ciento dijo que el enfoque es un mejor uso de datos y 22 por ciento que es mejorar las habilidades tecnológicas de sus empleadosDestacaron también como estrategias principales por casi una cuarta parte de los negocios de servicios las exportaciones impulsadas por turismo y por servicios financieros, así como las reformas para hacer a Pemex más ágil y competitivo, deberán ayudar a incrementar la producción de petróleo crudo en los próximos años, así como la producción de combustibles y químicos.